Hacia una filosofía de la fotografía

Capítulo 1. La imagen

La palabra imagen proviene del vocablo imagos. Las imágenes nos rodean, nos capturan, nos atrapan. Las imágenes nos acompañan desde el momento en que nacemos, al despertarnos y abrir los ojos, estas permiten que veamos el mundo exterior y éste se compone de imágenes.

Cada imagen representa algo, significa algo. Al representar algo, un objeto, una cosa, esa imagen no es ni el objeto, ni la cosa, es simplemente una representación. Los objetos y las cosas existen, las imágenes también. Ambas se pueden ver, sentir, tocar. Sin embargo y es indudable los objetos y las cosas son tridimensionales, las imágenes en su mundo bidimensional requieren del concurso de un ojo educado o acostumbrado a mirarlas y a que signifiquen algo. Una imagen fotográfica de un personaje desconocido puede no significar nada para el que la observa, pero una fotografía de un cantante famoso, un artista del cine, inmediatamente capta nuestra atención, significa algo y puede generarnos incluso imágenes mentales (imaginación), auditivas, las cuales son generadas por nuestra capacidad de reconocer y de significar aquello que vemos.

Aquí el autor nos señala “que las imágenes están compuestas de dos intenciones: la manifiesta en la imagen misma, y la manifiesta en el observador……..las imágenes son susceptibles de interpretación”.

Otro hecho interesante se refiere a la relación que existe entre tiempo y espacio, las imágenes fotográficas contienen estos dos conceptos. El tiempo técnicamente hablando se puede manipular a través del dial de velocidades y este a su vez es capaz de captar momentos irrepetibles y sustraerlos del tiempo haciéndolos aparentemente eternos, congelando el tiempo. El espacio en el que se desenvuelve la fotografía se puede sintetizar en el manejo del encuadre y lo que se mira a través del visor. En el mismo sentido el espacio de la fotografía recae en el observador y en la visión binocular de este.

Es un hecho que los textos, las palabras escritas representan imágenes que a su vez deben significar algo para generar en el observador sensaciones y respuestas.

Las imágenes en su totalidad son un esfuerzo del ser humano por representar al mundo en el que vive, su entorno, su espacio y su tiempo. Las imágenes han acompañado a la humanidad y son un acervo visual del hombre.